Cierra los ojos y piensa en un momento donde hoy te hayas sentido feliz, hayas estado contento/a y te lo hayas pasado muy bien. ¿Lo tienes? ¡Genial! Déjalo ahí en la cabeza guardado y presta atención al juego que te voy a explicar.
Te propongo que cada día de la semana te sientes, y cierres los ojos como has hecho al principio. Cuando tengas pensado ese momento de felicidad, abre los ojos y dibújalo o, si puedes, escríbelo en un trozo de papel. Una vez hayas terminado, dóblalo e introduce tu dibujo o escrito, dentro del frasco que vas a decorar a continuación.
MATERIAL PARA DECORAR EL FRASCO:
MATERIAL PARA DIBUJAR O ESCRIBIR:
HOJAS DE PAPEL ROTULADORES CERAS
Cuando tengas todo el material preparado, ¡ya puedes decorar tú frasco de la felicidad como más te guste! Puedes pintarlo, hacer puntitos, enganchar adhesivos, hacer tiras con papel de seda o diario y pegarlo alrededor del bote, etc.
Una vez tengas el frasco terminado, déjalo secar y ya podrás rellenarlo de felicidad.
Te aconsejo que el domingo por ejemplo, que es el último día de la semana, abras el bote y veas todos los momentos buenos que has vivido durante la semana.